“La creciente simplicidad que la tecnología ha aportado al mundo de la fotografía, permitiendo a cualquier aficionado la posibilidad de realizar bellas fotografías, incluso curiosas o interesantes, no debe, sin embargo, hacernos perder la perspectiva verdaderamente artística y creativa de esta disciplina. La fotografía no es un arte casual, requiere saber mirar, escudriñar la realidad con ojo perspicaz para descubrir aquello que pasa desapercibido para los demás. No se trata de plasmar los típicos motivos “pintorescos”, los paisajes de postal, sino esas pequeñas cosas, imbuidas de una poesía sencilla y cotidiana.
En esta exposición el autor demuestra, por un lado, un sentido innato de la composición, el color, la armonía y, por otro, sobre todo, una sensibilidad inusitada para captar esa otra realidad que se oculta a la mayoría de los ojos. La degradación de la materia, las texturas del desgaste, el óxido, la erosión, el moho, las grietas... este microcosmos, fruto del paso del tiempo, al que ni las cosas ni nosotros somos inmunes, y que encierra en sí mismo una poesía. Mar Yela, supo resaltar con delicadeza más allá del “extraño” sentido estético de cada instantánea”.
Raquel Medina de Vargas
Doctorado en Historia del Arte
Crítico de arte, miembro de la [-].A.